La salida del hotel de marrakech fue especial.... Por el mercado de las especias, tocaba carretera y estábamos ansiosos por motear

Los primeros km fueron atravesar palmerales a la salida de marrakech para dirigirnos directamente a las cascadas de ouzoud.

La carretera buena y bonita empezó a subir conforme llegábamos a ofoud, pasamos por el mercado semanal de los domingos del pueblo, un centenar de burros se aglomeraban en el mercado y llegaban tres más de las tierras de occidente...

Por esos cerros las niñas y niños del pueblo nos vendían bolsas de tomillo de la sierra, era día sin cole y se querían ganar las golosinas del domingo.

Llegamos a las cascadas y pronto se nos acerco mohamed guía del pueblo que aparte de hacerse llamar Bob marley bereber controlaba todos los idiomas inimaginables,... Nos quiso enseñar su pueblo, sus gentes, sus costumbres... Y nosotros le seguimos por bosques de granados,  algarrobos, olivos, higueras de millones de años que compartían sus frutos marcando las familias con tiza cada uno de los árboles,  algunos compartidos por dos familias.

Las cascadas, una maravilla,  solo pondré las fotos porque no se puede explicar con palabras... Muchísima gente saltando desde grutas naturales algunos arriesgados desde más.de 15 metros al ritmo de músicos bereberes del lugar... La gente disfrutaba de domingo de perol. Decidimos comer con unas vistas para privilegiados... Subimos el cueston con las botas de amoto.... Y proseguimos el viaje a ouarzate...

Ahora nos tocaba desandar lo recorrido y tomar dirección a el gran atlas, el paisaje cambiaba drásticamente cada 50 km hasta llegar a la gran montaña del col de tizcha,  a la derecha el toubkal impresionaba con su majestuosidad, el bosque de cedros y pinos pasaba a paisaje lunar y de ahí a paisaje de marte... Impresionante...

Para llegar a ouarzate se nos empezó a caer la noche debido al tiempo perdido en las cascadas y nos saltamos la Kasbah de Ait ben haddou... Pero ya volveremos con más tiempo....

En ouarzate tampoco vimos ni los estudios de cine ni sus Kasbah... Pero nos tomamos  unas cervezas en la terraza del ibis, contando la aventura... Y cena guarrera en habitación.. Jejejejeje

Continuará